Por: Ana Dolores Román, Gerente General Pfizer Colombia y Venezuela
Eliminar las desigualdades en materia de salud y crear condiciones para que todos tengan una vida sana, cobra mayor importancia sí se promueve una nueva concepción del mundo donde se fortalezcan los derechos y el bienestar individual y colectivo.
No cabe duda, que el trabajo colectivo guiado hacia un mismo fin puede impactar no sólo en el cumplimiento y respeto de los derechos individuales, sino en hacer frente a muchos de los grandes problemas del planeta, desde el cambio climático hasta el aumento de la diversidad demográfica y la eliminación de las brechas de género.
El 11 de julio de 1987 la población mundial alcanzó los 5.000 millones de personas, de ahí que se instaurara esta fecha como el Día Mundial de la Población, promovido por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, ONU.1 Es evidente que el crecimiento de la humanidad es cada vez mayor, se estima que la población mundial aumentará casi 2.000 millones de personas en los próximos 30 años, pasando de 8.000 millones actuales a 9.700 millones en 2050, y pudiendo llegar a un pico de cerca de 10.400 millones para mediados de 2080.1
A propósito de esta conmemoración, resulta primordial incrementar la conciencia sobre los problemas de la población humana en el mundo, incluidas sus relaciones con el medio ambiente y el desarrollo social. Que sea esta la oportunidad de encaminar el rumbo de los sistemas sociales y sanitarios para que mantengan la dirección hacia la prestación de servicios de calidad, que empoderen a todas las personas en el respeto hacia la diversidad, equidad e inclusión y, la protección a la dignidad humana.
Por ejemplo, aún hay mucho por hacer para eliminar las brechas de género, el Foro Económico Mundial en su Informe Mundial sobre la Brecha de Género 2024, afirma que, al ritmo actual de progreso, nos tardaremos 134 años en alcanzar la plena paridad en 2158, es decir, dentro de unas cinco generaciones. Determina además que, de las cuatro brechas de género, la brecha de género en Salud y Supervivencia es la más cerrada, con un 96%, seguida de la brecha en Logros Educativos, 94,9%, la brecha en Participación y Oportunidades Económicas, 60,5%, y la brecha de Empoderamiento Político, 22,5%.2
Sabemos que la salud y los derechos sexuales y reproductivos son elementos facilitadores necesarios para la liberación a gran escala de las mujeres y las niñas como agentes económicos empoderados, pues, a escala mundial, la escasez de oportunidades educativas que afecta a las niñas cuesta entre 15 y 30 billones de dólares en productividad y ganancias perdidas a lo largo de sus vidas.3
En Pfizer estamos convencidos de la importancia de promover buenas prácticas que inspiren procesos de diversidad, equidad e inclusión, de ahí que, recibamos la certificación de AEQUALES en equidad de género y diversidad, dada nuestra experiencia en la implementación de estrategias de DEI, como, la planificación e integración de DEI en la estrategia organizacional, la participación femenina en nuestra estructura, los procesos de gestión de talento diverso y el desarrollo de prácticas con enfoque interseccional. Formemos entre todos un hilo de esperanza que elimine las desigualdades y donde se valore la participación de todas y todos.